Archivos Mensuales: diciembre 2020
Crónicas del viaje de un loco…(45) Día 9 de la Travesía…El optimismo (4)
Crónicas del viaje de un loco…(45)
Día 9 de la Travesía…El optimismo (4)
Todas esas luchas y reconocimientos continuarán. Habrá más en el camino, sin falta. Un pueblo sin lucha es un pueblo aburrido. El optimismo de un luchador es conseguir la meta de su deseo, de su derecho, de su lucha. Se dice que “La única lucha que se pierde, es la que se abandona” (48).
En cada lugar que visito, me permito hacer una ruta cultural. Así que me acerqué a la Dirección de Cultura, pero siendo domingo, estaba cerrada. Igualmente en el recorrido a pie pude ver algunos lugares cómo pasar disfrutar algún evento y luego irme a descansar para seguir el viaje.
Elegí estacionar el Kangumovil exactamente en la puerta de un Centro Cultural llamado “La Puerta”, que era el único espacio dónde se podía ver un show en vivo. Dentro de sus instalaciones pueden verse decoraciones con muchas fotos de la zona, una bandera Whipala (49), algunos libros en un par de estantes y cuadros de luchas. Me puse en contacto con Gianpiero, quién dirige el proyecto, un porteño que llegó hace unos 20 años. Tuvimos una charla cálida sobre la vida y los proyectos. Ya instalado allí, armó familia y no quiere irse nunca más. Hoy lucha por cuidar el pueblo, su naturaleza y la convivencia.
Lamentablemente llegué un día después (¡No se puede todo!) de que tocará un gran músico de la región (Lautaro Ríos) y me apresté a ver cómo armaba escenario y sonido una banda local de cumbia, llamada Tres cuartos. Tres de los cinco integrantes eran policías. Y un tema que flotaba es que están atrasados en los sueldos. Esto en todo Chubut. Qué difícil es para quien depende de otros, que tu vida económica sea “normal”.
Mientras la organización del escenario acontecía, me puse a mirar los libros de la pequeña biblioteca.
No alcance a escuchar todo el show por qué no dejé de andar todo el día y el cansancio me fue ganando. Cuando tuve un rato en la tarde para descansar, en lugar de hacerlo, armé el ajedrez en la vereda y me puse a jugar con los turistas que se animaban…
La seguimos…
(48) Ernesto Che Guevara.
(49) Historiadores ubican el origen de la Wiphala en comunidades del Lago Titicaca, en el actual límite entre Bolivia y Perú, las cuales identificaban sus balsas de totora con insignias con los colores del arcoíris. Cada uno de sus colores representa un elemento. Ver https://www.argentina.gob.ar/noticias/wiphala-simbolo-de-la-vida-en-armonia
Imágenes: Todas propias, excepto la publicidad de evento tomada del muro de Facebook de Gianpiero Donato Monterubbianesi (Director del espacio “La Puerta”).
Crónicas del viaje de un loco…(44) Día 9 de la Travesía…El optimismo (3)
Crónicas del viaje de un loco…(44)
Día 9 de la Travesía…El optimismo (3)
Algo para destacar de Puerto Pirámides (conjuntamente con Puerto Madryn, más al sur) es que es un lugar geográficamente perfecto para el avistaje de Ballenas. Desde su pequeño puerto salen lanchones o gomones cargados de turistas cada uno con su salvavidas obligatorio y cámara en mano. En unos 15 minutos de navegación se alcanza a llegar al lugar donde se puede ver la hermosa y gigante Ballena Franca Austral.
En ese lugar, los motores se apagan dejando a toda la tripulación a merced de los sonidos de la naturaleza sin molestar a los enormes mamíferos. Puede vérselos pasar casi por la superficie y con suerte pegando un salto con el que emergen de la superficie regalando esa imagen tan viral de la cola ingresando al mar. Suelen hacer sonidos profundos y soplar desde sus fosas salpicando agua. La paz del lugar y la barda costera completan una escena inolvidable. Las salidas están muy bien organizadas, y tienen un costo de u$s 10 a 20. Imperdibles.
La temporada ideal es entre septiembre y diciembre. Les recuerdo que estoy pasando por aquí en pleno enero y es muy raro encontrar alguna ballena rezagada para ver. Ya que mudan hacia otros lares, luego dela reproducción, el nacimiento y los primeros cuidados de sus crías.
Particularmente toda esta experiencia que les estoy contando se da en el llamado Golfo Nuevo de la Península Valdés en la Provincia de Chubut. Incluye por la zona a Puerto Madryn, desde donde también hay avistaje. Estos incluso se dan sin tener que embarcarse por el acercamiento a las costas de estos animales enormes.
En mi caminata por el pueblo descubrí imágenes que tienen que ver con las luchas populares, de las cuáles percibí el optimismo con qué han sido encaradas a pesar de la dificultad que tienen sus logros. Hasta aquí les hube mostrado imágenes de dos importantes para los argentinos. La primera imagen fue la del cartel que decía “Las Malvinas son Argentinas” (46) y la segunda fue la de “Memoria, Verdad y Justica” (47). En esta “Comarca”, nombre que les gusta a los moradores, se agregan otras. Y sintetizo qué los Argentinos tenemos muchas luchas, muchas por las qué luchar todavía. Algunas son para reivindicar, otras para establecer derechos y algunas, para qué estos se respeten.
Los derechos del niño, son un conjunto de medidas para favorecer la protección, el desarrollo y crecimiento de todos los niños.
Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (N° 26.061)
Los movimientos feministas contra la violencia de género, a favor de la igualdad y por al aborto libre, seguro y gratuito.
La lucha contra la Megaminería y el cuidado del agua…
El reconocimiento a fusilamientos de revolucionarios patagónicos…
La lucha local por el avance del progreso…
Voy a tomar una frase de Cervantes para describir ciertamente mi sensación. Frase escrita dentro de la obra “Don quijote de La Mancha”, y que suele usarse para especificar cómo se resuelven algunas cosas y de qué modo: “En todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas”…
La seguimos…
(46) Véase Crónica 13.
(47) Véase Crónica 31.
Imágenes: Mapa de Patagonia.com.ar, Avistaje ecohosteria.com.ar, el resto todas propias.
Crónicas del viaje de un loco…(43) Día 9 de la Travesía…El optimismo (2)
Crónicas del viaje de un loco…(43)
Día 9 de la Travesía…El optimismo (2)
Al llegar al pueblo, me sentí muy bien. Con un creciente optimismo respecto a mi intenciones viajeras de llegar a cumplir la meta. Puse en marca un mecanismo de auto cuidado mental. Me propuse no pensar en mi problema inguinal, no darle lugar en mis pensamientos. No sé cómo les va a ustedes con esto de hablar sobre un dolor que se tiene todo el tiempo. Creo que hace que el dolor dure más, sea más intenso, que tarde en calmarse o curarse. En cambio, me hice una caminata sin tiempo, haciendo un recorrido que incluía pueblo y playa, disfrutando de cierta soledad que propuso el clima, algo lloviznoso y fresco. Y cargando mi mente de sensaciones positivas.
Reconstruyendo un viejo dicho popular, se me ocurre creer que “Más vale optimismo en mano que cien volando”
Mi paseo, estuvo poblada de sorpresas. De Puerto Pirámides puedo decir muchas cosas lindas, aunque…Si bien se considera un Municipio “NO TÓXICO”, no discrimina la basura, no la separa. O sea que, paradójicamente, contamina en medio ambiente. Lo que convierte la frase en Demagogia pura.
Si bien es un pueblo en constante crecimiento y dependiente exclusivamente del turismo, intenta mantener ciertos rasgos naturales que lo hacen visitable. Es un área costera de grandes bardas con una bahía muy tranquila donde se puede ingresar para hacer distintas actividades náuticas. En este lugar la vida nocturna frente al mar es imperdible, pero recomiendo conocer la subida y bajada de las mareas. Sobre todo si nos apartamos de zona de playa de arena y caminamos por la costa de piedras con los altos paredones de un lado.
En 2007, hice un viaje también solitario, pero con solo una mochila. Y sin conocer bien la región y las mareas, me interné por la tarde varios kilómetros por la playa de piedras, que tenía algunos agujeros llenos de agua con cangrejos. Mi idea era ver el atardecer allí y pegar la vuelta. Pero el mar empezó a crecer y el retorno se me complicó. Ya casi a oscuras logré trepar unos tres metros por una abertura en la piedra y quedarme allí a pasar la noche. En mi mochila tenía una vela, dos panes y una botella de agua. El nivel del mar subió casi un metro y medio golpeando contra el murallón natural. Incómodo, casi parado, dormite algo hasta que amaneció y el agua empezó a bajar. Recién allí, pude volver al poblado. Aquella vez pude haber perdido la vida. Pero acá estoy, vivito y contando historias.
El lugar el bellísimo. Creo que todas la veces que tenga que ir para el sur, lo visitaría. Es lo que estoy haciendo, aunque ya lo conocía. Se puede recorrer con mucha seguridad. Lo más peligroso fue que puberes y niños, manejaban cuatriciclos, cosa que no está permitido. Y sin casco, cosa que tampoco. No me gustó eso, y les cuento que es fácilmente controlable, ya que hasta los mismos habitantes, con quienes tuve buenas charlas, lo desean.
Al final de mi caminata, me aposté con el hotelito viajero frente a la bahía, en un lugar destinado como mirador/estacionamiento. El plan era ver como atardecía. Esta vez hice lectura y empecé a escribir esta crónica.
Hoy es 5 de enero de 2020.
La seguimos….
Imágenes: todas propias, excepto la satelital de Google Maps (modificada).
Uno más uno más uno más uno, y tenemos que hacer cola.
Uno más uno más uno más uno,
y tenemos que hacer cola.
«Qué levante la mano quién quiera estar solo. Y que la apoye en algún lugar gentil, quien quiera compañía» elduendeerótico