Tres que no están.
«Los celos son como una reja que te permite ver pero no escapar» elduendedandy
«Los celos son como una reja que te permite ver pero no escapar» elduendedandy
elduendeoscar
Escrito para el programa cultural de «La Casa de Oscar» llamado «Al ánguloizquierdo donde duele» T2: E7 Cartas de amor. A emitido el 16/6 de 2020 por radio la Plata 90.9
Junio de 2020 LCDO
«Quién no intenta ver todo un escenario, no puede disfrutar de toda una obra» elduendedandy
Un hombre se encuentra sentado frente a un plato de sopa.
Exactamente en el centro, una oscura mosca semi hundida propone varias reflexiones.
A modo de detective Ud. debe encontrar pistas del hecho.
En el lugar no había más de una persona. Podemos deducir que hay tres alternativas.
a) La mosca fue colocada por esa persona.
b) La mosca fue colocada antes que esa persona la descubriera.
c) La mosca se zambulló o cayó sola.
Veamos las derivaciones de cada una de estas posiciones.
a) Si la mosca fue colocada por la única persona que había en el lugar, se presentan variables;
La colocó viva.
La colocó para matarla y luego sacarla para tomar la sopa.
La colocó para comerla viva o muerta junto a la sopa.
La colocó para verla morir y no comerla..
O la colocó muerta.
La colocó muerta y pensó en comerla.
La colocó muerta y pensó en no comerla.
La colocó muerta y luego la saco para comer la sopa.
Sigamos…
b) Si la mosca fue colocada por una tercera persona…
Esto debió ser sin dudas, antes de que la otra persona la descubra.
Varias intenciones…
Poner la mosca viva en la sopa pensando en que no se ahogaría (ensuciaría la sopa y volaría).
Dejar una idea de qué se puede pasar antes y meterse una mosca en la sopa.
Dejar la mosca en la sopa y ver la conducta de quien la va a tomar.
Estas pueden ser…
Ver la mosca y comerla.
Ver la mosca sacarla y comer la sopa.
No ver la mosca y comer la sopa.
No comer la sopa.
c) Por último, Si la mosca se zambulló o cayó.
Puede deberse a…
La edad de la mosca.
Insecticida en el ambiente.
Torpeza de la mosca.
El hambre de la mosca.
Suicidio.
Entonces:
¿Puede haber mas de un sospechoso o culpable?
Para Ud. ¿Cuántos sospechosos hay?
¿Es posible alguna otra coartada?
Este problema sirve para qué Ud. Agilice su mente.
Trate de darse cuenta que nunca hay un solo sospechoso.
Qué un hecho puede determinar varias verdades.
Qué para culpar a alguien es necesario tener buenos argumentos.
Y que a veces una mosca, puede distraerlo didácticamente.
elduendevenenoso
Escrito en LCDO en cuarentena, como herramienta para compartir con aquellos que se animan a analizar los problemas para resolverlos en lugar de complicarlos. junio de 2020
El gran problema que enfrenta alguien que investiga un tema es el de atomizar, hacer un punto desde donde partir para decir algo. Encontrar el corazón donde late el sentido de la búsqueda de tal trabajo.
Y podemos decir, que cuando lo que se trata de encuadrar en un plano que resuma, que sintetice, que aúna y que explique algunos porqué, es la risa. Estamos en un laberinto de respuestas que con mucha dificultad y por supuesto tratando de dejar la menor cantidad de agujeros, trataremos de dar.
Primeramente diferenciar risa de la sonrisa.
La sonrisa es un gesto que suaviza la imagen de una cara seria, tanto sea para expresar complicidad de algún acto o mirada; para demostrar simpatía; para ironizar como respuesta a algo que no nos parece bien y para establecer cierta empatía con algo que nos parece bien o bueno. Puede usarse como una foto de perfil para crear un espectro de atracción de los demás.
La risa, es una expresión generalmente ruidosa como respuesta a algo que nos sorprende gratamente, que nos una genera alegría o felicidad espontánea no controlable, como una descarga sonora que se manifiesta de acuerdo al estimulo que la provoca. Es difícil de esconder y con seguridad contagiable, como el bostezo, el llanto o el vómito.
Cada persona tiene su manera de reír, algunas pueden causar gracia en los demás y provocar con sólo eso, qué el otro ría. Los ruidos que emite una risa muchas veces determina cuán intenso es lo que ha despertado el motivo que la provoco. No es lo mismo una risa suave como un jejeje, que una carcajada a dentadura suelta. También depende de las ganas de reírse que tenga uno.
Aclarado ésto, el primer asunto a resolver es ¿Qué nos provoca risa?
En una respuesta rápida y sin dudarlo, lo que la provoca es lo cómico. La comicidad es propiamente humana. Le otorgamos un carácter cómico a lo que no deseamos que nos pase. Solemos reírnos de quién se cae, de quien se golpea, de quien es víctima de una acción que deja al otro en ridículo o en inferioridad de condiciones. La risa estaría provocada por alguien que padece un hecho qué es para sí, hasta desagradable.
También nos reímos de las diferencias físicas. Un león no se ríe de una gacela renga, se la morfa. Nosotros nos reímos de la mecánica del movimiento que hacen aquellos, que tienen algún impedimento para lograr lo que a cualquiera le es fácil.
La risa es provocada por un relato que señala una exageración, una salida de las normas, un descubrimiento inesperado, una escena irónica, algo que no encaja, y otras cosas. Ese relato, puede ser un chiste, cuya característica esencial es su brevedad y su efecto es inmediato. Puede ser un cuento, que tiene un armado más argumental, con más detalles, más extenso en su duración y que apunta a provocar una risa. Puede ser una historia casi real, posible y hasta referenciable. Y puede ser absoluta ficción. Pero ambos, el chiste y el cuento, deben tener un contenido efectivo para provocar la risa. Sus personajes, los paisajes, lo sorprendente de los hechos, lo que se dijo, y muchos otros detalles.
Nos reímos de cómo se viste el otro, de cómo habla, de sus dimensiones y de sus torpezas.
Pareciera que lo cómico es aportado por los que están al margen de cierta normalidad humana.
Por suerte, mucho del humor para organizar lo cómico que se escribe para hacernos reir, apunta al poder. Y cuando los poderosos, los políticos, los famosos, cometen actos que van desde las equivocaciones culturales a las acciones delictivas, y de las desubicaciones contextuales a las exhibiciones obscenas de sus riquezas, se encienden las risas de los que jamás podrán llegar a semejante ridículo.
Qué alguien diga que hoy los dinosaurios están vivos…
Qué a alguno se le ocurra ir a una marcha para decir que hace 80 días que no la pone…
Qué alguien exprese dolor por la muerte de alguien que no se murió…
Nos causan risas.
Ahora, tambien nos reírnos con mucho goce y sarcasmo de la sexualidad.
Nos reímos de cómo le metieron los cuernos a alguien, pero paradójicamente, no nos gustaría que eso, nos pase a nosotros.
Nos reímos de los tamaños, de las impotencias, de las incongruencias…
Finalmente debiéramos aprender a reírnos de nosotros mismos, que lo hacemos poco, es una tarea filantrópica y en cierto modo terapéutica.
Saber reírse de los propios defectos, de lo errores que cometemos, de lo que a veces decimos y de nuestras características, es sanador por un lado, y por el otro, es una manera de evitar el tormento de los chistosos (amigos y enemigos), que siempre recurren a la misma cargada, apodo o recuerdo. SI ya no nos molesta, Lo que digan, nos resbala…
El creador con toda seriedad construyó un mundo durante seis días, al séptimo, decidió descansar. Allí fue cuando apareció el más malvado de todos los seres, e instaló la risa como un virus contagioso para siempre.
elduendeoscar
Escrito para ser leído en “Al ángulo izquierdo donde duele” T2 E6 programa emitido el 9 de junio de 2020 por Radio la Plata 90.9
“Cinco años pueden ser un siglo, una condena o un signo” elduendevenenoso
Ayer me senté en un bar, llamé al mozo y le pedí una ginebra doble.
La ginebra me ayuda a dos cosas, no sé si se los dije; Los dos primeros vasos a recordar… y los dos siguientes, a olvidar.
Antes de empezar a olvidarme o hacerme el boludo con lo recordado, tuve la accidental y ocurrente idea de escribirlo. Para algunas cosas soy inteligente, ustedes sabrán qué solo es en algunos momentos.
A los cinco años mi madre me muestra una foto de cuando era bebe y estaba mamando con la cara inundada de teta y babeando leche. No tardé en reaccionar de modo cínico, acusando al bebe que había sido, cómo queriendo marcar una distancia.
¡Qué boludo era!, pensé. Chupaba teta, me cagaba encima y no embocaba la cuchara con puré en mi boca. Entre otras cosas.
La cuestión es qué llegué a creer que si uno hace un analisis mirando cinco años para atrás, nunca de deja de ser un boludo.
A los diez años, me dije: ¡Qué boludo era cuando tenía cinco años! ¡¡¡No sabía andar en bicicleta, ni cruzar la calle solo, creía en Los Reyes Magos y en Papá Noel !!!
Del mismo modo a los quince años sentí que a los diez años era un boludo…perdón un boludito, por qué no sabía nada de sexo, ¡Nada!. Y además creía que mi acné era producto del chocolate!
Pero hasta acá yo mismo me lo perdono si les parece . Cuando uno habla de adolescencia, habla de algo de adolece. En mi caso de cierta humildad.
A los 20 años, me dije:-Qué boludo era a los quince! Todavía guardaba mis juguetes, era tímido, virgen y me masturbaba!
Todo siguió por el mismo carril para mi desgracia. A los veinticinco años, pensé: -Qué boludo era a los veinte. Dormía con la luz prendida porque le tenía miedo a las tormentas y a las arañas, Mi novia se fue con mi mejor amigo para tener mejor sexo, según me dijo, y aún debía tres materias del secundario.
Pero tengo más. Cuando cumplí los treinta años, creía que a los veinticinco, era un verdadero boludo. Todavía no había terminado la facultad, Seguía sin tener novia, amontonaba revistas de mujeres en bolas debajo de mi colchón y no tenía experiencia alguna como para llenar un curriculum para algun trabajo.
Sigo…
-Cuando ya tenía 35 años, me dije, siempre mirando hacia atrás: -Qué boludo era yo a los treinta años. No me había casado, era un soltero alcohólico adicto al porno, fumaba porritos a escondidas y en el trabajo me pagaban dos pesos.
Pero luego de soplar las velitas de mis cuarenta años, me pregunté si a los treinta y cinco no seguía siendo un gran boludo. Por entonces me había metido en un crédito impagable, llegaba tan cansado después de trabajar que lo único que tenía ganas al llegar a casa era mirar el noticiero, creyendo… que el mundo iba a cambiar. Qué boludo…
A los cuarenta y cinco años me dije: Pero qué boludo era a los cuarenta. Mi mujer me engañaba y yo ni lo sospechaba. Volví a fumar cigarrillos después de diez años. A mi hijo no pude manejarlo nunca, y hasta mis viejos, con sus setenta años, me preguntaban; ¿Vos sos boludo?
Tal vez había otras cosas, pero bueno. Siempre tuvimos una relación dificil, lo reconozco. Ellos fueron boludos a su manera. ¡Me tuvieron a mí!
Bien. Exactamente el día que cumplí los cincuenta años, deduje que a los cuarenta y cinco, era un boludo por qué nunca había podido cumplir ningun sueño. Además jamás pude hacer una dieta durante más de un mes, y además, vendí todos mis ahorros en dólares tres días antes de la devaluación. Qué boludo. Creí que por la edad uno zafa, pero no.
Hice otros analisis a los cincuenta y cinco, a los sesenta…
Pero en lugar de escribirlos para no olvidarlos, me tomé el segundo vaso de ginebra.
elduendeoscar
Adaptado como “Boludo lustroso (Pequeño relato de diván)” para el programa 45, T2 E5 “La boludez: Por Naturaleza o por conveniencia. Emitido el 2 de junio de 2020 por Radio L Plata 90.9
Se dice de mí…
(Las mujeres en las letras del tango)
Hablar cien años después de un hecho cultural que marcara una época y una idiosincrasia, una manera de vivir y algunas costumbres, es como leer el diario del lunes. Ser capaz de criticar sin haber anticipado, es tarea de los mediocres. Para poder decir algo sobre “Las mujeres en las letras tangueras”, hay que entender un concepto de distancia y de cierto respeto. Aprovechamos para resumir en una frase, que no pertenece al tango directamente, pero que buscando podemos encontrar su pertenencia; “Nosotros los de entonces ya no somos los de entonces”, decía Neruda.
Vale la pena establecer un parámetro de análisis, donde la lupa estará puesta en una visión, qué resalte la existencia de algunos elementos qué quizas ya no se permitan en nuestro vivir contemporáneo.
Tildan al tango de machista o de qué era cosa de hombres. Por el origen que tiene, tan prostibulario, tan marginal. En un momento de nuestra historia al menos, donde la prostitución era comer todos los días y la felicidad de tenerlo todo era de unos pocos, ¿Qué querían? ¡Qué los muchachos del puerto, los del frigorífico, los de las carboneras, los hachadores, los tripulantes de trenes y otros, fueran monjes de benedictinos? Había qué vivir esas vidas, con poca educación, privaciones económicas, hacinados en pensiones y con familias distantes, Con una formación humana mas cercana a las guerras que al arte. Un verdadero caldo de cultivo de reacciones que se van evaporando todavía. Recuerden además, qué las mujeres, ni las de alta alcurnia entraban a una Universidad. Era una sociedad latifundista, aristócrata y machista.
En ese contexto la aparición del tango como expresión cultural no dejaba de ser producto de la sociedad en la que nació, y por lo tanto afectada con las mismas características de aquella, solo que más profana.
Puedo agregarse, qué primeramente el tango fue tan del pueblo pobre, qué las clases medias y altas lo miraban como defenestrándolo, cómo diciendo “En qué nos hemos convertido” ¡Tanto que mirábamos a Europa como ejemplo!
Por ausencia de mujeres bailarinas, los hombres lo bailaban entre ellos. Se cantaba en los cabarets. Era de los sectores más humildes de una población que crecía junto a inmigrantes de otros países.
Así las letras de las primeras décadas del tango y la milonga, no estaban separadas de establecer a la mujer como un objeto.
Un objeto del deseo de posesión o de descarte. Podías ser la mejor grela o ser una percanta cruel, pero siempre la mejor mina, siempre la mejor mina, era la madre…
A la mujer, podían describirla como flaca, fané y descangallada.
Cómo la que abandono el hogar destrozando un corazón.
Cómo la que nunca volverá a esos brazos que la cobijaron tanto.
Cómo la rescatada del cotorro o del prostíbulo que debe la vida.
Cómo una triste mujer que ahora es una bacana pero se le va a acabar.
En algún momento la sociedad fue acomodando los tantos y el tango tuvo reflejos respecto a algunas palabras, ofensas y maneras de decir sobre las mujeres, que fueron cambiando. Y lo siguen haciendo…
El tango es producto de una necesidad cultural, que tuvo un gran despliegue en nuestro país a partir del ínteres por sus sones y sus razones, una vez que fue reconocido por los franceses que lo bailaban. Las clases mas acomodadas aceptaron la moda con cierto recogimiento, pero incorporándose al grueso de la población que lo bailaba aquí. Así fue que las mujeres de esas clases, pagaban a profesores para aprenderlo.
De a poco algunos poetas empezaron a producir letras algo mas amenas hacia las mujeres. En algunas canciones ya se hablaba de la autocritica del hombre por el trato ofrecido. Pueden recordar “Qué le habrán hecho mis manos, qué le habrán hecho? O No me importa tu pasado.
Revisemos un poco….
La mujer, era puta o estaba cerca, así la más deseada para el tanguero, era la virgen. Pero si el hombre tenia experiencia, era como caer en manos de un sabio, al que le sobraba carpeta en cosas del amor, y que seguramente la llevaría por el camino del placer, la lujuria y la pasión.
Pero tambien se destacaba la pobrecita, la ingenua, a la que se le podía hacer promesas, que no se cumplirían una vez que esa inocente mujer se sacara la ropa.
Y la que se fue con otro y ahora tiene una vida tirando los morlacos a la marchanta, y que va a terminar su vida, vaya saber cuándo como descolado mueble viejo.
Entonces y para resumir. El hombre que hacia o cantaba, bailaba o seguía los decires o consejos de las letras de esos tangos, era:
Un hombre abandonado que enseguida olvidaba con el alcohol.
Un cafishio que vivía del producto económico del trabajo de sus chicas.
Un vago mantenido por la mujer que laburaba de sirvienta o por su madrecita.
Un hombre que debutaba sexualmente pagando.
Un hombre que se llevaba mal con la suegra que desconfía de él.
Un hombre que sabe lo que dice y que es capaz defenderlo con su vida.
Un hombre que era capaz de dejar sola a una mujer por su barra de amigos.
Un hombre que nunca se hizo una pregunta reflexiva ¿Por qué se fue la mujer que él mas quería?
Tal vez encontraríamos otros items, pero para éste breve análisis, creemos suficiente.
Mozo, me cierra la mesa 8.
elduendeoscar
Escrito para ser leído en el programa “Al ángulo izquierdo donde duele” T2 E4 “Las mujeres de las letras tangueras” del 26 de mayo de 2020 por Radio La Plata 90.9
Debo decir que todo el paisaje hasta aquí era desolador, pero además es innumerable la cantidad de actos vandálicos a las tumbas, a los vidrios, a las estatuas y por supuesto a los féretros. Hay que tener estomago para soportar que no existe ningún respeto hacia esos muertos qué ¿habitan? eternamente en ese miserable lugar.
Decidí irme sin más rituales que desear no tener el mismo destino…
A un lateral de la calle central del Cementerio, había unas raras puertas, que me llamaron poderosamente la atención…
La imagen de una calavera parecida a la de las banderas de los barcos piratas con dos tibias cruzadas por detrás, no me las esperaba.
Ese portal abierto sin cerrojos conducía a lo que se llama “El Cementerio de los desidentes”, lugar donde recibieron sepultura personas que no sostenían el culto católico. Allí pueden verse algunas sepulturas de protestantes, anglicanos y masones (hay detalles que lo determinan en sus lápidas). Estaban incluidos en este sector los suicidas, conducta de decisión sobre la propia vida que el judaísmo no acepta.
En un hecho que no tiene una relación con el amor, hacía poco tiempo fueron talados de pie unas coníferas que le daban un ambiente algo más reservado e íntimo, según me contaron. Quedando todas las tumbas a la intemperie del clima.
Emprendí una visita al Balneario Municipal de Azul, un ícono de la ciudad, donde los habitantes pasan un verano más acogedor. Es un inmenso predio que incluye un camping y sectores para realizar deportes. Fue una excelente elección, ya que la temperatura de ese día era sofocante. Aproveché para hacer una zambullida y “bañarme” con una canilla publica y me dí una buena refrescada.
Luego, cerca del atardecer, fui a visitar a mi primo Marcelo, al que hacía unos cuantos años, no veía.
Descendientes de la misma lus sanguinis (Derecho de Sangre), ambos nos hemos doble nacionalizado italianos. Nuestros contactos fueron pocos a través de los años, pero siempre con afecto mutuo.
Su padre Juan, ha sido para mi un ejemplo de trabajador. Esa tarde noche nos pusimos al día junto a su mujer Verónica, a su hijo Juan y a su cuñado Pedro. Me invitaron a cenar y hasta dormir en su casa. Cosa que acepté, dado que Juan me prestó su hermosa e inmensa pieza de adolescente. Previamente jugamos al truco en pareja contra sus padres. Y ganamos dos partidos seguidos por lo que se dice, afano. Qué manera de ligar!!
Descansé bellamente esa noche. A media mañana del lunes, luego de desayunar, empecé bajar por la RN3 (16) buscando dónde pasar fin de año. Recuerden que estoy hablando de la mañana del 30 de diciembre de 2019.
La seguimos…
(16) RN3 Atraviesa las provincias de Buenos Aires, Rio Negro, Chubut, Santa Cruz ahsta llega a Tierra del Fuego. Su inicio o km 0, está en la Plaza del Congreso en Buenos Aires y recorre 3079 kms. Un sector está cortado por el Estrecho de Magallanes (que se realiza con un ferry), y su continuidad depende de un tramo chileno(R Ch-255 y R CH-257). En este viaje la usaré hasta llegar a la altura de su km 2621 donde se cruza con la RP1 en Santa Cruz, por la que me desviaré, que me llevará hacia El Faro de Cabo Vírgenes, donde está el Km 0 de la RN40.
Imágenes: Todas propias