PROGRAMA 28 DE «Al ángulo izquierdo donde duele» 4-10-2017

DIFERENCIA ENTRE PORTEÑOS, PLATENSES Y GENTE DEL INTERIOR

¿Qué diferencia hay entre los porteños, la gente del interior y los platenses?
Parecen tres razas distintas de personas, pero puede decirse que viven en la misma provincia o el mismo país.
Unos muy acostumbrados a las grandes masas y los altos edificios, cercanos al puerto o lo que puede decirse a las puertas del país: los porteños. En Capital atiende Dios.
Otros un poco alejados, no tanto. Cercanos en los modelos de pensamientos, de una ciudad con estamentos sociales aristocráticos, con menos personas en cuanto a su volumen poblacional pero queriendo diferenciarse de los primeros: Los platenses. Con sus centros de Justicia Provincial y Facultades de todo tipo.
Por último, aquellos que deben forjar su futuro a través de los estudios de alguna profesión o de los que vienen desde lejos a buscar algún trabajo más redituable. Y que hablan el mismo idioma pero sienten distinto, se expresan distinto y hasta tienen otros valores de convivencia: la gente del interior. Gente del campo, la sierra, del frio que dejan sus querencias por un sueño.
Muchas veces los que opinan son justamente los que vienen de afuera a instalarse en esta ciudad para hacer una carrera académica en alguna de las facultades y su opinión no es de las mejores cuando se habla del platense. Y son más taxativas en cuanto al porteño. Para ellos, el porteño es un agrandado o un engreído y el platense es un creído o un soberbio. ¿Es así?
Mientras tanto los porteños piensan que venir a La Plata es perder el tiempo ya que ellos tienen todo lo que los platenses tienen y que no le interesas una ciudad donde podés perderte en cualquier diagonal. Difícilmente un porteño le haga una visita a un amigo platense y en cambio tal vez el platense viaje a visitarlo.
Es cotidiano escuchar a los platenses apodar a la gente del interior como “paisano”, “campesino”, “chacarero”, a veces de modo simpático y amistoso, pero otras veces suena con cierto dejo de discriminación. Cómo si el otro fuese menos.
Es en las Universidades de nuestra ciudad donde confluyen muchas de las relaciones entre platenses y personas del interior. Allí surgen generalmente grandes amistades que perduran a través del tiempo. Y también nacen otras amistades entre gente de distintos puntos del interior sin que intervengan los platenses.
En cambio el platense no le ha perdido tanto el respeto a los porteños aunque los miran de reojo y con cierta desconfianza. Si bien el platense no cree que el porteño sea un modelo a seguir por aquello de que viven en una ciudad de asfalto y cemento a un ritmo diario infernal y sin tiempo, no lo descalifica o lo desmerece tanto como a la gente del interior.
Las amistades o las relaciones entre porteños y platenses se deben mayoritariamente a la visita de los platenses hacia la capital. No al revés.
¿Vos tenés algún amigo en la Capital? ¿Te tratan con la misma onda que vos lo tratas? ¿O el porteño es un engreído finalmente y espera que vos hagas todos los esfuerzos por mantener la amistad?
Se dice que las personas del interior son más nobles, que tiene un espíritu solidario y resultan ser más dicharracheras, más cercanas al bolazo y al asado que a los bancos y la bolsa.
Se dice que los porteños son capaces de ser indiferentes a los problemas de los demás y les importa muy poco saber de la vida de los otros. Están siempre con un ego muy alto.
A los platenses se los caracteriza como pacatos, ciertamente snobs y de temas poco profundos.
En un mundo donde la cultura de cada pueblo y sus personas debe ser respetada…
¿A vos qué te parece?
¿Estás de acuerdo en estas diferencias o no?

Algunos comentarios…. (todos serán leídos al aire el próximo 4 de oct de 2017)

Neli Efe El platense que a su vez proviene de familias tambien platenses habla mas pausado y utiliza un vocabulario mas rico y culto.No pronuncia con fuerza ninguna consonante ni arrastra las eses.Tampoco utiliza el lunfardo del porteño,No eleva mucho la voz,solo lo suficiente para ser eschchado.Por cierto que me refiero a familias con preparacion universitaria especialmente y su entorno que esta influido por dicho nivel.Los mismos porteños nos dicen que hablamos de esa forma rara para ellos y que nos diferencia del resto del pais.En La plata,asimismo,hay mucha poblacion que viene a estudiar a las universidades con acentos y entonacion mu diversa porque prvienen de todo el pais e incluso de paises limitrofes.

Rocío Suárez Galán Viví en la Patagonia, en Bs As y en capital…y puedo decir que el platense es la peor escoria que hay, super engreídos, soberbios, creídos…flashean que son un christian grey por poco XD…y los chicos no tienen la más puta idea de como interactuar con una chica

Neli Efe Ninguna persona es escoria y menos si no ha cometido delitos y mucho menos discriminada por su ciudad o region de procedencia,Evidentemente estas hablando con resentimiento y eso es muy malo.Mala gente hay en todo el mundo y mi comentario esta referido a particularidades del habla y no a la calidad de persona,Te falta comprension lectura,


TRABAJO DE LA PRODUCCIÓN DEL PROGRAMA RADIAL “DESPERTANDO DIAGONALES” MARZO DE 2014 retomado para ser emitido en un nuevo formato el programa “Al ángulo izquierdo donde duele” del 4 de octubre de 2017 de 21 a 23 hs por la FM 107.9 Ultra o por internet http://www.ultra107.9.com.ar

elduendeoscar

La imagen es del genial dibujante argentino Quino.

La Cajita del Tiempo

La cajita del tiempo

«Todo aquello que hemos querido tiene un cielo en el pecho» elduendebobó

Charlando sobre los afectos con unos mexicanos que conocí en Jalisco, uno de ellos me contó una tribal teoría cuyo origen aún desconozco. Se dice, me explicaba, que aquellas personas que amaste, junto a las cosas que has querido y los recuerdos de momentos emocionantes, nunca se alejan del corazón. Y que flotan girando a su alrededor para ser abrazados por la memoria en los días difíciles que muchas veces se ponen en nuestro camino.  Así, con ellos rondando, no se necesitan ángeles protectores ni dioses en los que confiar. Para esta teoría es suficiente con haber cosechado en el pasado algo que sea eternamente íntimo y valioso pero no material, para enfrentar a cualquier soledad y cualquier destino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escuché atentamente con asombro a aquel desconocido que hablaba con la simpleza de un maestro de primer grado y la certeza de un juez honesto. Y los ejemplos que daba sobre los elementos que flotaban alrededor de su corazón me resultaron entre románticos y entrañables. Su madre, su hijo, los juegos de su infancia, un juguete, un paisaje, un amor, un aroma, y otros.

Traté de producir mi propia versión imaginando que el pecho es una caja, una bóveda a la que llamo “Cajita del Tiempo”. No tiene una exacta forma cuadrada, cúbica o rectangular, pero es capaz de contener un montón de imágenes, sensaciones, vivencias y recuerdos tan grande, que muchas veces me asusto de haber vivido tanto. Eso sí, cotidianamente oreo ese contenido ya que fundamentalmente son la esencia de mi existencia. Y al oxigenarlos respiran frescos en una eternidad infinita.

Para abrir la “Cajita del Tiempo” no necesito estar triste, ni melancólico ni miedoso por cualquier instancia que deba afrontar o por lo que va a pasarme prontamente. Se abre espontáneamente, con solo sentirme despierto y agradecido. Y en ese momento tan especial de todos los días es cuando todo el pasado o sus mejores partes me construyen como el individuo que soy y que transita el mundo. En esa tan preciada, para mí, Cajita del Tiempo, están las risas de muchas alegrías y los llantos de algunas tristezas. Será por eso que rió tanto y que también puedo llorar sensiblemente.

Creo que cada uno tiene su Cajita del Tiempo. Y les dejo la idea de revisarla cada tanto. Ahora mismo voy a dejar de tentarlos. Porque me siento atraído de contarles algunas de las cosas que guardo en la mía.

Escenas y palabras de quien fuera mi primer cuentacuentos y el vuelo que me produjeron sus visiones, las aventuras que sentí vivir cuando lo escuchaba y las ganas de que llegara un nuevo encuentro.

Olores y aromas de aquellos amores que inundaron mis pensamientos de pasiones y fantasías.  Caricias y mimos que aunque no se vuelvan a repetir le dan brillo a mis días.

Besos de varias formas, de diversas intensidades y en distintas partes del cuerpo y de diferentes momentos de mi vida.

Las miradas de mis hijos al nacer y la textura de su piel.

Lecturas de aquel libro que me abrió las puertas de la cabeza de otros tantos creadores literarios y que me enseño que hay soledades que visitar.

Dibujos y pinturas de gente a la que no conocí pero que me hicieron conocer el mundo, las razas, las clases, los pueblos…

El pastel de papas de mamá, las sopas con pan de la abuela, la mortadela, el dulce de leche repostero, el chocolate, el café con crema, los asados…

El olor a pino serruchado en las tardes de lluvia y la llegada a mis narices del aroma a ozono cuando está por llover…

Los amaneceres frente al mar y los atardeceres de campo.

Los consejos de esas sabías personas adultas que me avisaron de atajos y caminos secretos para llegar a ser feliz.

Las reuniones jugando a la lotería, al truco, al ajedrez, a la canasta…

Los partidos de pelota en la vereda, en la calle, en los baldíos, en el parque…

La música de tantos géneros, de canciones tan profundas…

Los amigos, los buenos vecinos, los buenos compañeros, las maestras, los profesores, los colegas…

La bicicleta sin frenos, el carrito a rulemanes, la calesita, el yoyo, las bolitas y la pelota de trapo…

Frases como “Que sueñes con los angelitos”, “A seguro se lo llevaron preso”, “Dios le da pan al que no tiene dientes” y “Lo esencial es invisible a los ojos” entre muchas…

La primera vez, la vez más intensa y la última vez.

El sabor de los alcoholes que inundaron las charlas.

La presunción de una buena noche y el silencio desértico de otras.

Las yapas del almacenero, las propinas de los satisfechos y los abrazos en las derrotas.

Anécdotas de inocencia y de ignorante.

Travesuras de vago o de compinche. Paisajes de viajero.

Sonrisas de aquellos que no están y lágrimas de distintas sales.

No puedo en este ratito abrir mi Cajita de Tiempo por completo porque no se trata de apurarse por nombrar todo lo que guardo.

Tal vez, estés vos y no lo dije. Pero no creas que pude olvidarte.

Seguramente estás, como todas aquellas cosas que me han sorprendido y me han ayudado a vivir.

elduendeoscar

Escrito para ser leído en el programa 21 de “Al ángulo izquierdo, donde duele” el 8 de agosto de 2017 por la ultra1079.com.ar

Imagen: Pinerets.com