CAMBIO DE PLANES

CAMBIO DE PLANES

«No es posible predecir a la libido, pero es interesante dejar que nos despierte deseos» elduendeerótico

En una red social se publico un anuncio clasificado que ofrecía un auto con problemas eléctricos, y Julio un electricista calificado -al menos en temas sobre electricidad de obras, casas y comercios- le pareció una oportunidad única para invertir sus ahorros.  Si bien andaba detrás de otros proyectos, este era también un poco de curiosidad, ya que quien hizo ese posteo, era una joven mujer que se mostraba en su perfil con una camiseta de fútbol puesta. Esa vestimenta era la de su equipo favorito. Y ni lerdo ni perezoso, envió su primer mensaje preguntando lo básico: ¿Cuánto pedís? Y ¿De dónde sos? Solo deseaba que no se haya producido la venta, ya que eso cortaría las aspiraciones de acercamiento. El mismo día tuvo respuestas. Y fueron positivas. Ella era del barrio Cementerio y el monto, lo que se dice “charlable”. Buenísimo, respondió, como pibe al que le ofrecen un chupetín bolita y se animó a repreguntar ¿Dónde puedo verlo? Y yendo rapidito al grano le dejó en el muro privado su número de teléfono. Esa tarde la tenía complicada por varias cuestiones, trabajo atrasado, unos traslados familiares al que se había comprometido y un partido de ping pong pendiente por una cerveza con un amigo. Cada vez que recibía un mensaje, casi corría hasta el celular para ver de qué se trataba, deseando, claro, que fuera ella diciendo el cuándo. Llegando a la tardecita y habiendo cumplido con lo laboral y lo familiar, se metió en el baño a darse una reparadora ducha sin dejar de pensar en el último compromiso pendiente… y en ella, que no había escrito nada. Tipo ocho de la noche le envía un mensaje al amigo diciendo “Tuve un día terrible, me voy a desquitar con vos, poné la cerveza en el frízer que en diez minutos te caigo y te rompo el cu…”. Ya estaba manejando para ir, cuando recibe ese tan preciado mensaje: “Hola, soy Eli, la dueña del fitito, si podés ahora y si no mañana, te espero en… ”. Velozmente Julio se pegó un volantazo para cambiar de rumbo con una maniobra parecida a las de “Rápido y Furioso” y los vecinos que lo vieron le mandaron más insultos que al Ministro de Economía. Mientras conducía hacía la cita recién concedida alcanzó peligrosamente a mandar un mensaje diciendo “casualmente ando cerca, voy ahora”. Era ya de noche. Cualquiera en un sano juicio sabe que todos los autos de noche son pardos. Pero Julio iba por más.

Tres minutos tardó en llegar. Tendría que haber sido bombero. En la esquina no había nadie. Solo poca luz. En ningún momento sospecho de nada raro. ¡Lo que hace la necesidad, diría mi abuela! Esperó un minuto y escribió otro mensaje. Se bajó de su auto para tener un panorama visual más amplio.  De una casa muy oscura salieron dos tipos, uno tan alto y tan ancho que para encuadrarlo en una foto tenías que ponerte a 20 metros. El otro de su tamaño. Ambos vinieron hacia Julio. Ahí sí que se le aflojaron hasta las intenciones. Sintió que estaba solo en un desierto frente a dos beduinos violadores. Lo primero que le preguntaron fue “¿Vos sos el interesado por el auto?”. Si, respondió, pero no traje guita-pensando que había caído en una trampa y lo iban a afanar-. Lo llevaron hasta una cochera donde había luz. El auto estaba bajo un potente farol. Y le dijeron “Anda mirando el coche que Eli ya viene para acá”. Recién en ese momento se pudo relajar. Sin dejar de desconfiar todavía, se puso a revisar el vehículo. A los cinco minutos llegó ella. Quedó más impactado que cuando miró su perfil en la red social. Pero no se animó a darle un beso para saludarla, ya que los dos tipos estaban ahí y lo miraban sin disimular. Le estiró la mano, pero ella se acercó y si le dio un beso en la mejilla. Él se quedó tieso, parecía una estatua nueva con la mirada brillosa. Ella, se dio vuelta y les dijo a sus recepcionistas “Todo bien, vayan chicos, yo me ocupo” y los flacos se fueron sin chistar. Se quedaron solos. Julio todavía estaba recuperando el aire y lo primero que dijo fue “Está bueno tener guardaespaldas”. Ella acotó que eran sus primos y que siempre están cerca para ayudarla. Son unos genios, agregó además.

Empezaron charlando sobre el auto. Al que no solo tenía problemas eléctricos sino de motor. Julio hizo como que lo revisaba de punta a punta pero ya había desistido de comprarlo. Era comprarse un problema. Pero al parecer a algunos hombres les gusta el desafío de saber qué onda. ¿Qué hace una tipa sola con un tipo solo a las nueve de la noche mirando un auto destruido? Una pelotita con los colores del equipo de fútbol de ambos colgaba junto a un rosario fosforescente del espejo retrovisor del fitito. Y allí se inició una nueva conversación, que terminó en una tarde de mates, en una tardecita de cerveza y en una noche de cinco estrellas.

Al volver a su casa, encontró en su celular tres mensajes de su amigo que lo esperaba para jugar al ping pong. No eran piropos y daba por perdida la apuesta. Y contestó “Disculpa mi ausencia, pago la cerveza con gusto y te cuento…”

elduendeoscar

 

MARZO 22 de 2017 PARA EL PROGRAMA DE RADIO “Al ángulo izquierdo, donde duele” http://www.ultra107.9.com

Leído al aire por Locutora Nacional Marguy Ibarra

TRAPOS AL SOL

TRAPOS AL SOL

«Lo que amamos es un paraíso terrenal que no queremos perder» elduendeerótico

Sábado diez de la mañana un sol que no tiene desperdicio, subo a la terraza con la malla puesta debajo de la ropa y dos boludeces para colgar en el cordel mientras tomo un poco de sol. Tranqui, siempre lo hago. Pero sucedió algo inesperado. Y baje corriendo desesperada. Despierto a Agus, mi compañera de piso, en medio de una crisis de nervios. Apenas abrió los ojos, pobre, empecé a contarle lo que me sucedió. Me dijo, para nena, para. Dejame lavarme la cara por lo menos. Ponete la pava me gritó desde el baño!

Enfurecida, mientras ella desayunaba su café “antiresaca” con unas tostadas de ayer, le conté lo que pasó.

Te lo juro Agus, fuimos con tu perra Flora como todos los días temprano a la vereda, hizo un pis, una caca, la junté en la bolsita y subí de nuevo. Saque del lavarropas tres pilchas, tres, entendes? Y me fui para la terraza. Las colgué al sol, que está divino. Tiré la loneta, me saque la remera y el short y me puse a tomar sol diez minutos. Diez minutos!!! Viste que me pongo la alarma para no pasarme porque no me gusta usar protector. Bueno. Me visto y me voy hasta la cuerda a buscar la ropa y me faltaba la camiseta. La camiseta!!! Primero pensé que vos me habías hecho una joda. Te juro que no ví a nadie y ni siquiera hay viento. Me la afanaron. Me afanaron la camiseta de Gimnasia boluda. Me quiero morirrr. Espero no ver a nadie con mi camiseta puesta porque le rompo la cabeza. Me querés decir que me pongo mañana para ir a la cancha?

Agus me miraba sin poder reaccionar, mientras tragaba un pedazo de tostada mal masticada, no sé si porque todavía está dormida o porque ella es capaz de asesinar si le tocan su camiseta. Solo se le ocurrió un insulto.

Me abrazo como se abraza al osito de peluche que tus viejos van a regalar porque ya creciste. Si vivo con ella es por algo. Sentimos o podemos sentir lo mismo. Al rato me pregunta ¿che, tu ex, te devolvió las llaves? Digo no sea cosa que el tarado se haya animado…Descártalo, ese salame no puede tener un plan, menos un plan perfecto!

Estábamos comiendo unos fideos como a las tres de la tarde, típico de sábado en que salimos y volvemos a las mil quinientas, cuando nos golpean la puerta. Ninguna esperaba a nadie y menos en la puerta. Tenemos portero. Nos sorprendimos, nos asustamos un poco y encaramos a ver de qué se trataba. Miramos por la mirilla y nada. Qué hacemos le pregunte a Agus que no separaba la oreja de la puerta. Yo no abro me dijo, por las dudas. Esperamos detrás de la puerta como si supiéramos de del otro lado estaba el cuco. No volvieron a golpear. Pasaron como diez minutos. Agus con la cuchilla en la mano como si fuera a matar a Drácula y yo con el palito de amasar como si estuviera esperando a un esposo que llega tarde abrimos. En el suelo estaba la camiseta bien doblada y encima una carta. Miré hacia los dos lados del pasillo y nadie. Abrace mi camiseta como se abraza un borracho a un poste para no caerse.

Nos pusimos a leer la carta que decía:

Me siento mal, sé que lo que hice no estuvo bien, ni fue gracioso, pero antes de juzgarme como un tipo jodido y mal bromista, tendrían que haber visto mi estado de ebriedad cuando subí a la terraza. Ustedes son gansas?. Cómo van colgar la camiseta y dejarla al sol sin vigilar que suba cualquiera como yo y se las afane. Se las devuelvo porque a mi me hubiera jodido que me pasara lo mismo, pero yo no dejaría mi camiseta así…

Antes de seguir leyendo Agus se empezó a reír. Y le dije “de que te reis boluda”? Sin dejar de reírse acotó “Del pedo que tendría el chabón que ni te vio tirada casi en bolas tomando sol y si vio la camiseta colgada. Es un gil”.

La camiseta es un trapo entendes?, no pueden abandonarlo como un repasador…-continua la carta-. Y les aclaro. Supe inmediatamente que se trataba de alguna de ustedes. Y lo primero que hice ni bien me desperté fue escribir esto y dejarles la camiseta en la puerta sin siquiera esperar a que me lo agradezcan…

Para! para!, me dijo Agus…”el tipo se afana una camiseta y la devuelve cuando se le antoja y encima quiere que se le agradezca”? No te digo, es un boludazo. Nos está cagando a pedos a las dos! Es un sacado! Tenés idea de quién puede ser, me preguntó. Yo seguí leyendo mientras ella me hacía el comentario. No sé le dije, pero al final de la carta dejó el whatsap y si queremos la seguimos por ahí.

Dame el número que yo le escribo, dijo Agus media envenenada. Y se fue a la pieza a liberar a Flora, que se quedó encerrada con ganas de mear y no queremos que siga raspando la puerta con las uñitas para avisarnos. Al rato vuelve con cara de vaga y le pregunto qué onda. Nada boluda -me dice- el flaco es un dulce, es uno de los hermanos, los que viven en el 4° g.  Ponete linda que en un rato caen con un par de birras. Para, le digo. Son pinchas esos tipos. Si me dijo Agus, pero los traemos acá, a nuestra cancha. Y la desvergonzada, se metió en el baño a ducharse.

MARZO 15 de 2017 PARA EL PROGRAMA DE RADIO “Al ángulo izquierdo, donde duele” http://www.ultra107.9.com

Leído al aire por Locutora Nacional Marguy Ibarra

Imagen http://www.milideas.net/10-ideas-para-decorar-con-pinzas-de-la-ropa

elduendeoscar

DISYUNTIVA

DISYUNTIVA

«Para los que creen en la suerte, ésta propone tres caminos, uno al cielo, otro al abismo y un tercero de indiferencia» elduendeácido

Estaba esperando el bondi que me lleva desde casa hasta el Bosque. Termo en bolso con yerbita orgánica para unos buenos mates frente al Lago. Tal vez me encuentre con mi amiga “La Turca” y hablemos de la murga donde baila. Que tipa copada! Ojalá venga así le cuento que anoche conocí un flaco que me dejo temblando y de paso me da algún consejito para no perderme la oportunidad porque la verdad, es que anoche me hubiera lanzado de una y el descontrol no me ha dado muy buenos resultados.

Alguien me había contado que un domingo a las dos de la tarde el micro pasa menos seguido que la suerte. Ya hace cuarenta minutos que espero. Decí que el clima ayuda y que no estoy apurada que si no arranco a caminar despacito. La cagada de eso es que te moves cincuenta metros de la parada y aparece y después tener que correr 150 metros para ver si lo alcanzas, y si no lo haces, te querés matar. Mejor, espero.

Al toque se me acerca un flaco, lindo, buen lomo, pero tenía la camiseta puesta del equipo rival de toda mi familia, y del mío, por supuesto. Me dije, menos mal que es hincha de Gimnasia, mejor sigo pensando en el flaquito de anoche que me dejo como una estrella, titilando. Claro que eso me duró medio minuto. El tripero se me acercó y me pregunto por cuánto hacía que esperaba. Y dato va, dato viene, nos pusimos a charlar. Lo que más me impacto eran dos cosas. Primero que me hablaba con respeto, y eso es esencial. Segundo que tenía un perfume el guacho que me aflojaba las rodillas. Y ya estábamos entrando en confianza, hasta le dije, mirá que yo soy pincha. Estaba en la peor de las disyuntivas, este flaco o el otro? Carajo!. Hace siete meses que no tengo una historia y en menos de 12 horas se me aparecen dos candidatos. Cómo me gustaría estar hablando con La Turca para que me ayude.

Subimos al bondi juntos. Y yo pensé que se quedaba con otros dos flacos que venían viajando, que también tenían la camiseta puesta y lo habían saludado, pero no, el tipo se me puso al lado y siguió hablando conmigo como si nos conociéramos de toda la vida. Me relaje. Deje que fluya como dice mi maestra de Yoga y cambiábamos palabras y miradas.

Qué maldito es el tiempo!. O qué tirano!. No digo nada nuevo. Albert Einstein decía “Cuando un hombre se sienta con una chica bonita durante una hora, parece que fuese un minuto. Pero déjalo que se siente en una estufa caliente durante un minuto y le parecerá más de una hora. Eso es relatividad.”

Esperamos casi 50 minutos el colectivo y llego a destino en 15. El último minuto lo usamos para pasarnos el número del celular y me bajé primera. Al saludarlo, sin querer, lo juro, le bese la comisura izquierda de los labios.

Volví a mirar el bondi irse como si fuera una caja de bombones, y por la ventana trasera pude ver…que me tiraba un beso.

Al rato de no encontrarme con mi amiga, me tome unos mates sola pensando. Qué carajo hago? Mientras tanto escucho que El Bosque vibra mientras miles de personas gritan un gol. Qué bueno, me dije, si gana Gimnasia y lo veo esta semana, va a estar con buena energía.

La Turca no me contesta los mensajes, tal vez, se quedó sin crédito. Me vuelvo a casa tranqui, antes que termine el partido y la indiada salga de la cancha.

Me río. Me imagino llevando un novio del Lobo a casa….la cara de mi viejo!!! jajaja

 

MARZO 15 de 2017 PARA EL PROGRAMA DE RADIO “Al ángulo izquierdo, donde duele” http://www.ultra107.9.com

Leído al aire por la Locutora nacional Marisa Waters

Imagen Vivencias y ocurrencias de una coccinellidae – blogger

elduendeoscar

EL FÚTBOL NO EXISTE SIN ÍDOLOS

NO EXISTE EL FÚTBOL SIN IDOLOS

En algún momento de toda su obra Umberto Eco, el escritor y filosofo italiano, un tipo mordaz, capaz de hacerte pensar con sus definiciones más de la cuenta, dijo: “Sabiduría no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca”.

Muchos interpretes de la Biblia, llámense pastores, curas, párrocos, obispos y demás, suelen repetir de algún Salmo “Cumplan las órdenes de Dios y no adoren ningún ídolo”.

Lamentablemente para la filosofía y para la religión, el fútbol ha creado un problema: No existe sin ídolos. Repito, por si no escuchaste: NO EXISTE EL FÚTBOL SIN ÍDOLOS.

Y cada simpatizante de un equipo, cualquiera que alguna vez se haya puesto una camiseta, ya sea la que te compraste en la feria paraguaya, copia fiel de la copia fiel, o la que te hayas puesto para jugar un partido con tu selección, o la que te hayan regalado, que tiene escrito un nombre y un número de quién la usa cuando los papeles queman, cuando docenas de cámaras lo persiguen para mostrarlo desde que lleva arrastrando la pelota con su perfil divino hasta para hacerte ver que ese tipo transpira, escupe, se saca los mocos y hasta se rasca los testículos.

Es un testimonio constante el que dan los jugadores cuando se les hace un reportaje donde se le pregunta ¿Quién es tu ídolo? Pregunta que tiene la más fácil de las respuestas, ya que con solo acordarse de sus comienzos en el deporte, sus primeras acciones, sus primeros deseos, la respuesta aparece sola. Y la pucha que los argentinos tenemos jugadores para tirar para arriba cuando hay que elegir uno. Si hasta muchas veces nos ponemos como estúpidos a discutir las diferencias entre el tuyo y el mío, casi hasta enojarnos. Alguna vez maduraremos y entenderemos que tu ídolo es tuyo y está bien, y el mío, es mío, y también está bien. A quién se le ocurre decir que los ídolos no tienen errores. Estamos hablando de ídolos humanos. A mí que me importa lo que hace fuera de la cancha un jugador de fútbol? A mí, me importa lo que hace adentro, las imágenes que me llevo para siempre. Esa es la más bella eternidad que tiene un ídolo, hacer algo que vos soñas. O que no te imaginaste nunca, pero el tipo se le prendió la lamparita y le tapo la boca a un montón de giles que hablan y escriben de fútbol pidiéndole y exigiéndole cosas que ellos jamás pudieron dar. Exigencias morales que en su vida simple no son capaces de proponerse.

Tal vez mi mirada sea de lo más romántica y a vos que vas a la cancha a putear a la madre que no conoces y que sos capaz de tirar piedras a los jugadores finalmente digas “que tipo boludo”. Y si, decime boludo, no me jode. Pero yo sería incapaz insultar a tus ídolos.  Podre en todo caso hacerte una gastada porque ese no fue su mejor día, pero nunca un insulto. El insulto trae odio, luego violencia y casi siempre tragedia.

Al fútbol hay que disfrutarlo y tener ídolos es una buena manera de depositar la fe en algo que muchas veces nos decepciona menos que los dioses, que los que gobiernan el mundo, que los que tienen poder.

Como decía al principio: NO EXISTE EL FÚTBOL SIN ÍDOLOS.

Y para el caso de que se encuentre la formula exacta para desterrar mi opinión, yo seguiré diciendo lo mismo, hasta el último día de mi vida.

Hace unos días se cumplió un nuevo aniversario del debut de un genio. Tuve la suerte de verlo jugar, de tocarlo, de hablar con él.

Existe eternamente para mí.

Gracias Diego.

 

MARZO 15 de 2017 PARA EL PROGRAMA DE RADIO “Al ángulo izquierdo, donde duele” www.ultra107.9.com

Imagen Labombonera.com.ar 

elduendeoscar

Deseo en vida a quien amé

Deseo en vida a quien amé

«Cualquier pregunta cortés puede tener una respuesta asesina» elduendeácido

Quisiera que olvides la imagen que tienes de mí.

Que fusiles en un acto certero y definitivo

La ilusión de creer que alguna vez puedo ser otro.

Que maximices la distancia que existe entre nosotros.

Que inevitablemente recurras a lagunas mentales para recordarme.

Quisiera que te invites al festín de mi muerte, sin lutos ni obituarios.

Que completes todos los formularios para ser un difunto más en tu camino.

Que ahorres adjetivos y pesares a la existencia fantasmal que comparezco.

Quisiera que prestes el sol de tus ojos a otras oscuridades

Y no a las mías.

Que encierres mi  historia en una tumba sin velatorio.

Que cuando encuentres mi nombre o mi firma en papeles que dicen boludeces -excepto éste- puedas incendiarlas vorazmente con tu indiferencia.

Quisiera que interpretes la bondad de todas estas palabras, que conjuran un ruego a todas voces.

Que cuentes hasta mil millones antes de provocarme cualquier tipo de exhumación.

Que al intentar profanarme sufras el temblor de Parkinson y tartamudees la palabra caja.

Que la suerte se transforme en una heroína que te capacite para enviudarme y que me maten todos los monstruos de tus odios y de tus miedos.

Y que coloques alambres de púas donde ni siquiera podrán descansar mis restos.

  elduendeácido

Escrito  en Parque Castelli el  10-3-07 para A que dice que nunca valoré su amor