De lo más Gauchito

De lo más Gauchito

Viajar es hermoso, lo sé. Así como sé que soy un ateo. Pero he visto en muchas rutas gente acercando ofrendas a distintos mitos, leyendas, personajes, santos y protectores de los caminos y de los viajeros. Y todos se merecen mi más profundo respeto.

En mi último viaje por la Ruta Nacional 40, conocida como la Ruta del Libertador General San Martín, tuve un pequeño inconveniente mecánico en mi Kangumovil u hotelito viajero, nombre que le puse a mi transporte. a la altura de Zapala en la Provincia de Neuquén. Para resolverlo, decidí visitar a un amigo que tenía en la capital provincial. Desde Zapala y hasta Neuquén Capital, el camino muy bien pavimentado lleva el nombre de Ruta Nacional 22, es un trayecto de unos 180 kms. Exactamente en el km 1285 encontré 3 santuarios. Del lado de la ruta de ida y separados unos treinta metros estaban el Santuario de Ceferino Namuncurá y el Santuario de la Difunta Correa, frente a éste, un santuario para el Gauchito Gil.

Panorámica de los tres santuarios RN22

En otros sectores de mi ruta de viaje, encontré santuarios de El Cura Brochero, a la Pachamama, de Cristo y de varias vírgenes.

En todos ellos, se hacen homenajes, agradecimientos, rituales, plegarias y ofrendas de distinto tipos.

El más cercano de todos estos ejemplos, para los viajeros es el Gauchito Gil. Es un ritual muy conocido pasar por su santuario (con muchas cintas y banderas rojas) y tocar bocina. Si bien está considerado el Santo de las banquinas, la Iglesia Católica aún no se ha manifestado a favor, aunque en algunos pueblos los curas suelen asistir, para dar sus plegarias a los encuentros anuales, que se realizan el 8 de enero de todos los años.

El aniversario fue fijado en esa fecha debido a la ocurrencia de su muerte. Acusado de desertor de la sangrienta Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), fue fusilado sin llegar a Tribunales para ser juzgado. Se dice que era un hombre capaz de defender a los pobres, curar a los enfermos y proteger a la peonada de las injusticias.

Antes de ser asesinado, le pidió piedad a su verdugo aduciendo su inocencia. El ejecutor no estaba dispuesto a perdonarlo. Entonces el correntino Antonio Plutarco Cruz Mamberto Gil Nuñez, personaje en cuestión, le anticipó a su asesino “Que le llegaría una mala noticia. Su hijo enfermaría y moriría. Cuando suceda, Reza en mi nombre y tu hijo se va a salvar”. Y dicho y hecho. Así, el primer devoto fue aquel sargento impiadoso, que lo rezó para salvar a su hijo enfermo de casi muerte.

El culto al Gauchito Gil ya se a desplegado de Mercedes, Corrientes, a toda la Argentina. Los rituales que se le ofrecen tiene tintes rojos, debido a que el Santo en su vida, fue liberal. Para pedirle algo, se dice, que hay que escribir un deseo en una cinta roja y colgarla en un alambrado, árbol o cordel. A la espera del milagro. No son pocos los creyentes. El 8 de enero de este año 2020 estuve en la juntada que se hizo en Puerto San Julián, Santa Cruz, y que juntó en un templo a su homenaje, a una trescientas personas de distintas clases sociales.

Juro, que mis últimos 200 kilómetros de viaje hasta llegar a mi objetivo final, no dejé de pensar en él. Finalmente llegué.

Habrá que creer o reventar.

elduendeoscar

Escrito para ser leído en el Programa Cultural de “La Casa de Oscar” Llamado “Al ángulo izquierdo donde duele” a emitirse el 18 de agosto de 2020 por Radio La Plata 90.9

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