Algunas ventajas y desventajas de casarse…

Monólogo para el 28 de octubre de 2005

Algunas ventajas y desventajas de casarse…

Casarse por muchos años, ha sido el objetivo buscado por las sociedades para unir a las mujeres y a los hombres para vivir en pareja, tener hijitos y comer perdices.

Desde que la doctrina religiosa ha perdido el control social de los actos de la mayoría de las personas, y desde que al Estado le importa un pito tu situación social, mientras pueda cobrarte los impuestos, han acontecidos diversos cambios en las personas, que por supuesto se ven inmediatamente reflejadas en sus modos de vivir y en los maneras de enlace entre ellas.

Para dar un ejemplo de lo que digo, voy a hablar de las relaciones prematrimoniales. Seguramente aquí nos reconocemos violadores, de aquel primer objetivo.

¿A quién no le han ofrecido, en pleno noviazgo, hacer un pre? Digamos onda zaguán, dorapa, o lo que ahora llaman un touch and go…

Aquellos más afín con los consejos paternos, no aceptarían estas perversas propuestas.

En cambio desde que el sexo se tiene hasta por internet, no solo se acepta el toco y me voy con algún fulano o fulana. Si no que se hace con cualquiera con tal de no responsabilizarse después.

Una tía a la que le pregunté si se acordaba quien era su primer amor, me contesto: ¡Éramos tantos!

Luego de incurrir en esta confidencia, preferí consultar directamente con la gente que conozco, de edades tempranas, cercanas al momento en que ocurriría una oferta de este tipo (o de algún tipo).

Lo cierto es que recolecté un montón de datos socio-sexuales por así llamarlos, que organicé a modo de estadística:

El 20 % de los consultados aceptó con cierta velocidad a una buena oferta amorosa prematrimonial.

Un 35 %, respondió con evasivas, pero igual aceptó.

Un 25 % del caudal consultado, dijo que no al principio, para decir luego que sí.

Un 19 % no quiso contestar a mi pregunta, respondiendo con la cara llena de pudor “el voto es secreto”.

Por último el 1%, no sabe de qué se trata ningún tipo de propuestas socio-sexuales. Entre ellas, mi madre, también consultada, me dijo; “Yo hice la porquería y naciste vos”.

Así podemos tener un primer plano de deducciones donde casi el 100 x 100 de las propuestas realizadas, han tenido éxito.

Esto de tener, lo que vulgarmente se dice sexo, antes de casarse, se ha puesto de moda por la ausencia de tiempo para controlar a los individuos en edad temprana; a la falta de ejemplos claros de generaciones anteriores respecto de por qué no es sano, y a la hermosísima sensación de placer que produce tenerlo.

Una primer ventaja de casarse entonces, es que uno llega con experiencia.

Por lo tanto el otro, con quien nos comprometemos, debe mantener el nivel de esa experiencia y mejorarla, de lo contrario aparece la primer desventaja de casarse: conocida como “el pata de lana”, que es aquella tercera persona que lejos de querer acercarse, se acerca para mantenerse lejos.

Es una especie de genio, que antes de tener que frotarse, uno lo hace aparecer.

Otra ventaja de casarse en muchos casos, es aprovechar la situación económica de quien nos va a acompañar al altar. Lo que se llama casamiento por interés. Y en todo caso, que se está poniendo de moda hoy, el Daddy Sugar…

Hay quienes piensan que entregando ciertas partes en legítimo matrimonio con personas adineradas, el resto de las partes se salva, o va a cirugía.

Hay quienes piensan que casarse con gente así es una casualidad, por supuesto que pague siempre el mismo, debe serlo.

La desventaja de casarse con seres posicionados, redunda en que ellos, compran todo descartable, y que no tienen problema en reponerlo.

Por lo tanto si nos pagan un viaje a Ushuaia para desestresarnos, pasear con los hijos de ese matrimonio y de su anterior pareja, mientras ellos se quedan resolviendo problemas con la secretaria de la empresa, sepamos como sigue la historia. Por sobre todo, si antes ya éramos su secretaria.

La ventaja de casarse fundamental es “que lo atrapaste, que ya es tuyo para siempre, que cumpliste el sueño, que la vida te sonríe, que ahora empiezo a vivir”. La desventaja es que la competencia se pone cada vez difícil.

Los más pendejos quieren aprender, los mas viejos te quieren voltear, los amigos te miran con ganas, los conocidos te dan el teléfono, el plomero está fuertísimo. Pero ojo, vos ya tenés lo tuyo y lo tenés que cuidar, pero…

Las pendejas se visten con trocitos de ropa y tienen hasta más pupo. Las amigas lo invitan a cenar, las vecinas lo miran por la ventana, no puedo ir al gim, la celulitis me ataca, su compañera de trabajo le manda mensajitos y encima la verdulera le da fruta de más.

Verdaderamente la competencia aumenta.

Pero peor aún, es casarse con alguien que al tiempo queda desocupado. Y no sólo debemos mantenerlo anímicamente pagándole al psicólogo, porque no consigue laburo, porque en la facultad le va para el demonio, en la cama es un desastre, no hace los mandados, cocina para el traste, pero eso si es un experto en zaping. Y una vez al mes dice, con esa vocecita que enternece; “te amo”.

Peor aún que casarse con una persona que se va a quedar sin trabajo, es casarse con alguien que ya nos era infiel antes de casarnos. Y que descubrimos dos años después que lo hacía con nuestra mejor amiga, la que me cuidaba el nene, la que le presté hasta la ropa interior, la que le presenté a mis amigos para tranzar y me decía son medios salames tus amigos, “conseguime uno como tu esposo”. Y una como una boluda pensaba “Sí, mi amorcito es único, qué suerte tuve”.

¿Me querés decir cómo hizo?, no dejó pistas, no interrumpió compromisos, no dejó de ir a laburar, me mantuvo al día. Todos los meses aportaba. No lo puedo perdonar así nomás. Lo que me hizo es imperdonable. A menos que la deje ya, que no la vea más, y que cuando ella viene a casa a verme, sea en horarios en los que él, no esté. He dicho.

Bien en realidad casarse es maravilloso. Para algunos.

Para otros casarse, es el primer índice de divorcio.

Por último, quiero decir, que existen muchas ventajas cuando uno se casa;

El hogar, lugarcito de secretos.

La cama, lugarcito de perversiones.

Los hijos, lugarcito de cable a tierra.

Y el futuro, lugarcito de proyectos.

Pero, si alquilas y te aumentan el alquiler; dormís en la misma cama, pero por los dos trabajos de ambos, en horarios distintos, y los hijos crecen y piden, y el futuro es cada vez más incierto. No digo que no te cases. Sólo se me ocurre que no dejes que además de esas dificultades, aparezca tu suegra.

Porque la suegra es generalmente una ventaja cuando tenés que mandar al otro al carajo y una desventaja cuando se mete en tu matrimonio.

Por lo pronto, que no asuste aquella frase del cura:

Los declaro marido y mujer hasta que la muerte los separe.

Que el hombre no rompa lo que dios ha unido”

elduendeoscar

Escrito en LCDO en octubre de 2005 para el monólogo del Padre Ojcar Barrecovich (personaje religioso que paseaba por las mesas)

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