SEMBRAR Y COSECHAR.
«La sombra de un árbol no tiene semilla, lo que crece en las sombras, sí» elduendeácido
Cada uno es dueño de la quintita que siembra y de la cosecha que ésta le brinda cada tanto, y hasta el final de su vida.
Si se siembran tomates, se cosecharán tomates. No hay formula rara aquí. La misma lógica de producción tendrá todo aquel que siembra melones, sandías, perejil u otra plantita.
Suena fuerte escuchar: Si siembras dudas, cosecharás desconfianza, si siembras soluciones, cosecharás respuestas, si siembras interrogantes, cosecharás reflexiones y si siembras distancias, obtendrás soledades. Suena fuerte, suena profundo, suena posible.
La idea de sembrar y cosechar en esta nota, es más bien metafórica y para mostrar una especie de causa efecto.
Pero tiene una relación tajante y directa con cualquier tipo de frontera, distancia, nivel, status y particularmente en la diferenciación con los demás cuando repasamos algunas de las siembras de nuestros antepasados.
La xenofobia, al apartheid, la discriminación, el nazismo y otros menjunjes han sido sembrados en el mundo que vivimos y desde entonces no se ha dejado de cosechar odio, subestimación, soberbia, aislamiento y muertes.
Cuando una persona insulta a otra por su color, formato corporal, raza, religión, ideología, nacionalidad, riqueza y otras tantas cosas, establece un lugar desde dónde se emite el insulto. Digamos que ese insulto establece una posición frente a las personas, frente a los valores y frente a la vida misma. Sembrar un insulto tiene seguramente una cosecha inesperada.
Dada la complejidad que resulta detallar cada uno de los elementos que surgen luego de insultar a alguien, ya sea por lo que se dice (por lo que quiere provocar y por lo que finalmente produce), nos vamos a abocar al siguiente listado de creencias, para nosotros ficcionales y de cierto interés de quienes lo creen para diferenciarse del resto.
Para este listado de creencias de unos sobre otros, hemos omitido la carga adjetivante de palabras usadas para decirlas o demostrarlas:
Los pobres no quieren trabajar.
Es muy difícil tener personal a cargo.
Son todos negros.
Es una reunión de grasas.
Demasiado escote.
No seas marica.
Comportamiento subversivo.
Usa ropa ajustada.
Algo habrán hecho.
Los gordos no entran.
Sacate la gorra.
Cortita la falda.
La droga les pega mal.
Tiene cara de enfermo.
Es un pobre campesino.
Anda a saber quién es el padre.
A este listado pueden seguir agregándole más frases.
Lo más paradójico resulta cuando alguien de la misma clase insulta al otro sin darse cuenta que pertenece a la misma clase.
Vaya a saberse a cuántas buenas personas no nos hemos podido acercar a partir de prejuicios instalados, sembrados desde antaño.
Vaya a saberse cuántas historias de amor no se han podido establecer a partir de creer en esas fronteras tan invisibles y tan resistentes.
Vaya a saberse cuántas revoluciones de sangre se necesitan para llegar a ese mundo donde la paz, la armonía y la bondad sean un bien común.
Quién esté libre de todo prejuicio siembre la primera semilla.
elduendeoscar
Texto escrito para el programa 28 de “Al ángulo izquierdo donde duele” del día 4 de octubre de 2017 por la FM 107.9 Ultra o ultra1079.com.ar
Imagen: Centro maestro de bienestar