HOMBRE CANSADO
Hay un momento en el día que pareciera el final de todo. Cuando llega nuestro último esfuerzo por entender algo. Nuestras últimas energías están puestas en querer dejar todo lo que estamos haciendo o lo que nos queda pendiente. Dejamos de interpretar lógicamente, nos sentimos incapaces de hacer hipótesis y hay una única solución. Simplemente estamos cansados, exhaustos y solo queremos descansar. Justo en ese preciso momento no puede nadie plantearnos un problema. Y si aparece alguien, nuestro único deseo es qué ese alguien se vaya a la mismísima atmosfera de Júpiter. Como pueda, pero que se vaya.
Aprovecho a saludar al hijo de mi vecino que practica batería a la hora de mi siesta.
Arcón de los sie7eduendes /Relatos espontáneos 5 (2014)